MARCOS 10 24Los discípulos se asombraron de sus palabras; pero Jesús, respondiendo, volvió a decirles: Hijos, ¡cuán difícil les es entrar en el reino de Dios, a los que confían en las riquezas!

Señor, ¿son estas palabras una aclaración a las anteriores por el asombro de los discípulos? (v.24) ¿La dificultad está en tener (v.23) o en confiar en las riquezas? ¿Es lo mismo? Y otra cosa ¿A qué se puede llamar riqueza? ¿Cuántas posesiones hay que tener de algo para que sea riqueza?

Como ves Señor son muchas las preguntas que te hago porque hay días y éste quizá sea uno, en que me lleno de dudas.

¿Soy rico y por tanto estoy en dificultad para entrar por la puerta? Si me comparo con unos me siento privilegiado y si me comparo con otros veo que me falta mucho para vivir relajadamente.

¿Estoy confiando en riquezas, posesiones o en cualquier otra cosa que no seas tú? Mi corazón se llena de alegría por la seguridad de mi casa, la comodidad de “mis cosas”, la variedad de ropa en mi armario y comida en mi mesa.

¿Pudiera ser que todas estas cosas que me has dado me atan, me hacen depender de ellas y no de ti?

Tengo miedo Señor que lo mucho o poco que tengo en este día me aleje de ti en lugar de acercarme, de ver mi tesoro en cosas y no en el dador de las cosas.
Dame la disposición, capacidad, y voluntad de estar dispuesto a dejarlo todo, en el momento mismo que me lo pidas.

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