SALMOS 108 1Mi corazón está dispuesto, oh Dios;  Cantaré y entonaré salmos; esta es mi gloria.

Quiero tener esta misma actitud hoy, Padre, mi corazón dispuesto para alabarte y darte gloria. Razones no me faltan, acaso todo lo contrario, me faltaría tiempo para traerlas todas y claridad en mi mente para ordenarlas. ¡Cuánto bien has traído a mi alma, cuánto sentido común a mi mente y cuánta emoción a mi corazón! El pensar en ti me satisface por completo e imaginar lo que puede llegar más adelante estando contigo me alienta a seguir.

Hoy es un día gris y lluvioso y casi me mueve a la melancolía y a pensar en lo que perdí y en lo que nunca tuve, pero estas primeras palabras del salmo me hacen recapacitar y reiniciar el orden de mis pensamientos.

Mi gloria eres tú, Señor, mi hermosura y lo que hay de valor en mí eres tú.

Qué pena que no sepa tocar ningún instrumento de música, qué pena que mi oído musical sea tan torpe.., pero no importa, aun cuando mi canto sea como ruido a oídos de otros, déjame cantarte, mi corazón está ya dispuesto, que nada lo frene o se lo impida, pues tú lo mereces y yo lo necesito.

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