PROVERBIOS 15 13El corazón alegre hermosea el rostro; mas por el dolor del corazón el espíritu se abate.

Señor, espero que no te ofenda en esta mañana al pensar que me hacen gracia estas palabras tuyas.

Es un método de belleza lo que aquí me das. Nada de maquillaje o masajes faciales para ser hermoso, sino un corazón alegre. Pero esto me produce varias cuestiones que quiero traer ante ti.

No sé qué tipo de belleza es esta que se busca en el rostro ¿una imagen ante otros, la sonrisa que tanto me cuesta?

¿Cómo puedo evitar el dolor de corazón si veo tanto mal a mi alrededor, tanta dureza de cerviz ante tu palabra?

¿Cómo compaginar alegría de rostro con la solemnidad y reverencia al estar ante ti, y la severidad al tratar con el pecado y la exhortación necesaria?

Un momento,… aquí me paro pues empiezas a responderme.

Es tu palabra, son tus promesas, eres tú lo que alegra mi corazón. Cuanto más lleno está él de ti, más satisfecho estoy. Es dejarte hacer en mí lo que relaja mi ánimo.

Es mirar tanto a las preocupaciones y a mis limitaciones lo que abate mi espíritu.

Mi preocupación debe ser, serte fiel y dejarte ser. Cuanto más obres en mi corazón, más te verán en mi rostro.

0
0
0
s2sdefault
Back to Top
Las cookies facilitan la prestación de nuestros servicios. Al utilizar nuestros servicios, usted acepta que utilizamos cookies.
Política de privacidad De acuerdo Rechazar