SALMOS 86 11 12Enséñame, oh Yahveh, tu camino; Caminaré yo en tu verdad; Afirma mi corazón para que tema tu nombre. Te alabaré, oh Yahveh Dios mío, con todo mi corazón, Y glorificaré tu nombre para siempre.

Padre, este salmo de tu siervo David es un modelo para mí, sus sentimientos expresan los míos en muchos momentos.

Empieza llamando tu atención para que escuches su clamor, pues está afligido (Sal.86:1). Pide protección del alma, salvación, misericordia, alegría para el alma (Sal. 86:2-4).

Él sabe, y yo sé, que tu bondad y misericordia te llevarán a actuar para con los tuyos, para con los que te invocan (Sal. 86:5-6). Qué gran bendición tener un Dios como tú, diferente a otras ideas de dioses (Sal. 86:8), porque solo tú lo eres (Sal. 86:10).

Qué gran bendición la oración, el poder venir a ti en cualquier momento de angustia y saber que me escuchas y no eres indiferente.

En esta mañana te pido que me enseñes más de ti, de tu carácter y obras, de tus caminos y voluntad. Te pido que afirmes mi corazón en tu palabra y lo hagas fuerte para que así te tema, te honre de manera adecuada y te alabe y glorifique como a ti te agrada y mereces.

No hay nadie como tú, ni nadie tan necesitado de ti como yo. ¡Cómo no voy a acudir entonces en oración en todo tiempo!

0
0
0
s2sdefault
Back to Top
Las cookies facilitan la prestación de nuestros servicios. Al utilizar nuestros servicios, usted acepta que utilizamos cookies.
Política de privacidad De acuerdo Rechazar